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miércoles, 15 de abril de 2020

Batalla de huevos!

     Este año la Semana Santa pasó un poco desapercibida. Aún así, el Domingo de Pascua me desperté con humor semanasantil y mientras me tomaba el café e imaginaba los preparativos en la casa de mi pueblo, me salieron garabateados unos huevitos de pascua.
     Porque en Bulgaria por Pascua, además de pintar los huevos (y comérnoslos claro), los usamos en combate 😬 El Choque de Huevos (suena fatal en español y también suena fatal en búlgaro) En fin. Los búlgaros lo tenemos todo ^^

     Total, que, una vez listos los huevos pintados (allí los cocemos y luego los pintamos), en el desayuno del Domingo de Pascua comienza la batalla. Un comensal agarra su huevo favorito, otro comensal agarra el suyo de manera que se miren culito con culito, o pico con pico.. Se colocan en posición..Y a la de tres....El de arriba ataca..¡PaAaaam!..bueno, con algo menos énfasis..Y el huevo que sale ileso, gana. El comensal ganador tiene que seguir compitiendo con ese mismo huevo, hasta que en otro combate sufra alguna lesión..o gane a todos y sea proclamado "El luchador" (no es coña...esto lo hacemos de verdad xD). Ese huevo, que aguantó todas las batallas, se guarda hasta la Pascua siguiente, cuando hay que cortarlo y según si se ha conservado entero o se ha podrido, el año será fértil o no. Y lo curioso es en todos estos años sólo he visto un huevo de esos podrido una única vez.. Eso sí, es algo inolvidable.
     La secuencia sería algo así:

     El golpecito, digamos, es como el que le daríais al huevo con la cuchara cuando lo vais a pelar. Si no queréis perder los dos, claro..

     Así como lo véis, esto desata pasiones.. Teniendo en cuenta que dura días (porque huevos hay muchos y tampoco te dejan romperlos todos el domingo), a lo largo de la siguiente semana, además de acabar con un nivel de huevo en sangre de alerta naranja, y de jurar que jamás volverás a comer un huevo cocido, también acabas desarrollando una competividad ferocísima de la que no sabías que eras capaz; hay berrinches, euforia, frustración, jugadas sucias.. tu tío que aparece, coge tu huevo favorito y se lo estampa en la frente.. sin saber que era Tu Huevo Favorito...Es duro, es duro.
Lo que no sé es por qué nunca probamos el chocar en grupos de tres o más.... deberían implementar esa cláusula. Sería digno de un escenario vikingo.

     Pues, en estas cosas pensaba yo el domingo pasado. Aunque la Semana Santa aquí ya terminó, la de Bulgaria toca ahora - así que celebro con huevitos dibujados entremedias, así cuela para ambas. Y si lo queréis probar en vuestras casas, podéis decir que celebráis la Pascua a la búlgara. Pero no me responsabilizo de las consecuencias de esta despiadada batalla... Y, por favor, mandadme fotos xD

     Para jugar, sólo necesitáis tres palabras. Hoy, facilito:



¡Feliz no-domingo de Pascua!
🐓

martes, 1 de mayo de 2012

Apuntes a 3000 latidos

Un mes entre lluvias, nubes, campos verdes o arcoiris, y mañanas largas de café y conversaciones sin propósito ni orden alguno. Este fue abril, el primero desde hace ocho años que me permite celebrar las Pascuas como es debido: rodeada de abuelas, mamás, hermanas y panes por amasar :) Echaré de menos el estar y no estar, el no tener llamadas perdidas, ni reuniones, ni llaves de casa..el perderme donde es imposible y el olor a lila donde no recuerdo haberla visto.. echaré de menos el trabajar sobre un mantel de ganchillo, con un caballete en un lado y una hora más. Y un conejo gris intentando cortejar cualquier cosa o pie, que se cruce en su conejil camino. 
Ahora vuelvo a mi mesa de patas verdes, a mi pequeño desorden de comunicaciones. Me traigo las nubes y las ganas, pero la cabeza la dejo en otra parte. Que empiece mayo!
Ingredientes
(kozunak para 4 fuentes de unos 35-40mm ∅)

1kg leche + medio vasito
1 kg azúcar
2 cucharaditas de vainilla en polvo
corteza de 1 limón (o no)
40g levadura fresca de panadería
1 cucharadita de sal
10 huevos
1/2 vaso de aceide de girasol (vaso de 200ml)
unos 2-3 vasos de manteca de cerdo
harina tamizada, como para hacer una masa blandita..a ojo :}
un recipiente bien grande para amasar (artesa)
paciencia y brazos fuertes:)

1. Calentar bien la cocina. Debe hacer tanto calor, como para quedarse en manga corta:)
2. Calentar la leche a fuego suave (sin que hierva), junto con el azúcar y la vainilla (y la corteza de limón, si se quiere) - hasta que el azúcar se derrita.
3. En medio vasito de leche templadita-caliente, diluir bien la levadura más unas 4 cucharadas de harina, hasta obtener una especie de "puré". Cubrirlo y dejarlo fermentar cerca del calor.
4. Mientras tanto, derretir la manteca y batir los huevos.
5. Cuando haya subido la levadura, hacer un hoyito en la harina, echarla allí e ir incorporándola poco a poco, removiendo en círculo. A medida que se va añadiendo harina, ir incorporando también la leche, poco a poco. 
6. Después, los huevos - y más harina, a poquitos (es importante ir despacio con la harina, ya que se calcula a ojo y lo más importante en esta masa es que quede blandita)
7. Añadir el aceite y un vasito de manteca derretida. Seguir amasando. A partir de aquí tal vez no sea necesario añadir mucha más harina.
8. Ahora: amasar un poco; cuando la masa se vuelva muy pegajosa, apartarla en un lado del recipiente, añadir unas cucharadas de manteca derretida, untar bien, repetir por el otro lado, y volver a amasar. Repetir esto cada vez que la masa se vuelva pegajosa. La cantidad de la manteca es aproximada - hay que ir untando hasta que la masa sea manejable.
9. Una vez deje de pegarse, llega lo mejor:) Esta es una masa especial: se amasa y se pega:) - amasar, recogerla con las dos manos y dejarla caer desde arriba, volver a amasar, volver a tirarla, volver a amasar...y así, dice la tradición, 100 veces :) 
Pueden emplearse los puños. Sólo cuidado con partir la artesa...
10. Cuando le hayáis dado una buena paliza, hacer una bola bonita, untarla con manteca,  cubrir con film y con una mantita y dejar fermentar en paz. Doblará su tamaño.
11. Entonces: cortar la masa en tiras. Untar cada tira con grasa y las manos también, y estirar con movimientos giratorios, como si fuese una cuerda, hasta alargarla, sin que quede demasiado fina. Esas tiras se enlazan en forma de trenzas o bien en círculo, en la fuente engrasada y enharinada (dejando siempre algo de hueco en la fuente, para que al subir la masa no se salga fuera).
12. Dejar reposar por segunda vez, ya dentro de la fuente. Después, untar con huevo y espolvorear generosamente con azúcar. Hornear a unos 180º - 200º, o hasta que la masa quede hecha y la superficie dorada. 
Se reconoce si está bien preparada cuando al romper un cachito, el interior no se ve como el pan - no se hace migas, sino se separa en "hilos".

Vamos, reservaros un día entero..^_^ Eso sí, el Kozunak es todo un reto..algo parecido al Roscón de Reyes..pasadlo bien y si no sale, pues bueno, al menos habréis descargado todo el estrés :)